Comería mi cerebro

Hola primavera, por fin llegaste. Te esperé desde que volví de aquel viaje donde el sol me llenó de besos la piel y la música del mar detuvo mi tiempo en una playa que cantaba Malagueña. Nos separamos por unos meses y ahora en septiembre todas las flores de mi jardín te festejan. 

El otro día me quejaba del otoño que viví este año en Buenos Aires, hoy googleé a Escorpio (soy escorpiana nacida el día de los muertos) y el otoño parece ser que es mi estación según una página en Internet. No tengo idea qué significa, como tampoco tengo idea qué significa tener el ascendente en Géminis. Supongo que entré a una página española de astrología porque yo estoy segura que mi estación debería ser la primavera. No entiendo por qué insistimos en encontrar respuestas mágicas en Internet cuando sabemos lo que es Internet, y además ¿Por qué necesitamos afirmaciones convincentes de una naturaleza que nos pertenece? Esa infinita necesidad de justificar quienes somos, por qué sentimos tan fuerte. Comería mi cerebro, pero sin cerebro me quedaría únicamente con la memoria del cuerpo corazón y esa sí que es peligrosa para tenerla suelta por ahí ¿No les parece?

Violetas de los Alpes de Madrid