CARTA III

Hola amiga,
Te escribo una vez más para decirte que pares con el dramatismo, somos muy jóvenes para dar por perdidas algunas cosas, más cuando son cosas que nos motivan a vivir.Te cuento que estoy mejor, espero que vos también, que hayas dejado atrás tu gran miedo, ese que involucra cariño. Me quedé preocupada después de nuestra última conversación, entendí que durante estos meses la gente pensó que estuve hablando de moralidad y dudo que yo esté nadando en una pileta con andariveles. Si es por nadar, en enero nadé en el río, allá el límite era la piedra y la piedra me sedujo a ir a más.
No quiero convencerte esta vez, habré hecho cualquiera (por miedo también), no soy tan diferente del resto aunque a vos te gusta decirme que sí lo soy, que estoy más loca de lo que debería. Si es por miedo, estoy casi convencida que asusté mucho desde que me separé, mandé las señales equivocadas, como me confirmó un amigo que quiero mucho.
Hoy los vínculos son diferentes, hay tanta libertad para construirlos que así como es hermoso, también es difícil darles una forma reconocible, una que nos de paz mental y deje las cosas claras para ambas partes. Me pasó algo triste hace un mes, creo que fue justamente por esta cuestión de lo amorfo, por no encontrar en el diccionario el nombre de una relación que se basa en el amor sin frontera pero no es amor sensual. Siempre me criticaste ese "manejo horrible" que tengo de los sentimientos, te juro que estoy siendo re buena conmigo misma, sólo que a veces me agarra vértigo, soy tan mortal como cualquiera, que me sienta infinita no significa que no tenga vértigo.
Me gustaría abrazarte fuerte, demostrarte que los celos no siempre están invitados a una relación, amorfa o no. Espero te sirva esto que te escribo, no te sabotees, no seas yo.
Te quiero hasta que la luna deje de darnos besos.

Bechita


pd: Te estoy mandando un fotito del final de fiesta de la Fiesta hawaiana, se notó tu ausencia.


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