La intuición

No crezca mi niño,
no crezca jamás,
los grandes al mundo,
le hacen mucho mal.

Facundo Cabral

(Fragmento de Vuele bajo)

A veces me pregunto qué hice en este mundo triste para que algunas personas quieran lastimarme. Digo lastimarme a mí pero cuando hablo de mí, también estoy hablando de quienes te lastiman a vos. No sé qué clase de objetivo perverso subyace en una mente trastornada que busca quitarnos la sonrisa una y otra vez. Ando regalando risas con sabor a caramelos de cereza, palabras de esperanza que te motiven a vivir y me respondés -si es que me respondés- con una mueca fingida, con esa indiferencia putrefacta. Me esperás en la esquina para llevarme al sitio donde no vea más la luz, giro el cuello y todavía puedo escuchar tu murmullo que lejos está de compartir mi alegría. 

La intuición es parte de mí desde chica, en algunas circunstancias aniquiló el peligro que me hubiera quitado la vida, gracias a mi amada intuición saboreé aventura. Ahora bien, esta habilidad cambia, como cambia la forma de sentir de la gente, como cuando te invitan a salir y te dejan plantada, esa sensación amarga es la intuición mal llevada ¿Siempre es acertada la intuición, cómo se activa? Así me preguntaron por instagram. De abrazar lo invisible se trata el juego que no entiende de razón. El reino de los cielos incluye a la tierra diría Facundo Cabral.

Creo que alguna vez gusté, pero fue más el rechazo que causé, que el amor que pude haber conquistado. Si leíste hasta este renglón, espero escuches a todo tu cuerpo, el cuerpo bien sabe lo que pasa, dejalo vivir, es hora.

El cielo en La Paloma, Uruguay.