CARTA V

Hola.

Me gustaría compartirte el grado tres de mi intimidad, te vas a dar cuenta que soy tan mortal como el resto. El otro día le estaba contando a una amiga sobre la escalera y el sótano que construí detrás de la piel; bueno, quisiera que pasees un rato por ahí, que sientas en las manos el perfume a flores blancas y almizcle, que veas con tus propios ojos las cascadas en medio de la selva, que entres, te mojes, salgas y vuelvas a entrar. Me gustaría prepararte algo, no sé exactamente qué, pero algo. Quizá puedas descansar en el jardín oculto, ese al que incluso a mí me cuesta llegar. Quiero que revuelvas, manosees, ultrajes y cambies cosas de lugar, que me resulte difícil encontrarme.
Es raro, no suelo declararme de esta forma, es que tengo un gusto amargo por haber fracasado en cada oración, por saberme asesina a través de los ojos. Mis amigos dicen que voy a arruinar todo si sigo así. Te invito a seguirle la corriente a Bukowski: de todas las cosas que te matarán lenta, o rápidamente, es mucho mejor ser asesinado por un amante.
Beso con gusto a verano que ya se va, verano que todavía no probaste.


Belén

Tarta de limón, Londres 2019.