CARTA VI

Querido Franco,
Siempre tuve una versión fatalista sobre la vida. Las emociones fuertes me gobiernan y eso hizo que piense las cosas en blanco o negro. Hoy podría decir que también soy generosa en grises hermosos y son hermosos porque los aprendí, porque sembré cierta bondad para entender al mundo.
Te cuento esto porque entré a tu feed de insta para conocerte y lo primero que vi fue la pintura de John Everett Millais. Encontrarme con Ofelia rememoró la luz del departamento donde alguna vez alguien transcribió un fragmento de Hamlet en inglés antiguo. Ese fragmento que empieza con -To be or not to be y termina diciendo: The fair Ophelia! Nymph, in thy orisons / Be all my sins remembered´d.
Jamás imaginé este momento, momento en que me confieso ante un extraño, reciente amigo virtual en contexto de aislamiento social. No te conozco, no sé cómo vibran tus palabras en el aire y sin embargo, acá estoy, compartiéndome con vos. La vida siempre sabe cómo sorprendernos ¿No? Es un misterio, como el teatro. ¡Oh casualidad que la verborragia la provocó Shakespeare!
Te digo "querido Franco" en una expresión de gratitud por haber subido esa pintura, por traerle flores y aportarle grises al siempre trágico desamor. Ahora pienso en Millais, en Rossetti y hasta me puse a investigar sobre esa mujer posando en el agua. La modelo se llama Elizabeth Siddal, era poeta y seguro tenía frío como yo, como cuando posaba para mi propio pintor.
Con cariño y ojos abiertos,

Ofelia


Ofelia de John Everett Millais




* Esta carta fue escrita en el marco del juego Correspondencia del amigo virtual que realizamos en los primeros meses de la cuarentena en Bs. As. a través del programa "Poesía en casa".

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